Mientras tenía lugar el Concilio de Trento , Felipe formaba a los más jóvenes con ternura y alegria, logrando que se divirtiesen cantando y jugando.
A lo largo de su vida, Felipe Neri fue amigo de Ignacio de Loyola y del cardenal Carlos Borromeo. Pero él, cuando se le preguntó si quería ser nombrado cardenal, contestó: "Prefiero el Paraíso".